Capitulo 10
Distancia.
Estaba
en la parte trasera del coche temblando como una tonta. En ese momento me
odiaba por tener tanto miedo y por no poder hacer nada para rescatar a Andy. No
sabia que había pasado con él y eso era lo me hacia sentir más insegura. Cada
segundo que pasaba la preocupación crecía en mí, sentía un agujero que me consumía
el corazón. En ese momento las palabras de Camila tomaron sentido.- Entonces es
así- susurraba- en realidad lo amo-. Sonreía amargamente mientras unas lágrimas
se me escapaban. Comencé a reír de frustración, dando un golpe en el asiento.-
Soy una tonta.
- - Señorita se encuentra bien.- Comentaba el conductor.
- - Eso no le importa.- Conteste, sin tomarme siquiera el tiempo para ver
su cara. Cómo podía preguntarme eso. Qué si estoy bien, por un carajo.
Físicamente estoy peor que un mango aporreado y encima secuestra. ¿Qué si estoy
bien? Estoy perfecta.
Después
de un momento nos detuvimos en una torre de apartamentos. Me bajaron del coche
y condujeron adentro; subimos por el ascensor hasta el penúltimo piso. La
puerta del ascensor se abrió, en frente la entrada de un lujoso apartamento
estaba abierta y en la sala de estar se encontraba sentado Luka. No pude
contener mi alegría y salí corriendo hacia donde él estaba. Choque de golpe
contra su pecho, sin poder evitarlo solté en llanto.
-
- Ya Sam, cálmate por favor.- Me pedía mientras acariciaba mi cabeza
lentamente-. Lamento haberte asustado, sé que debí buscar el momento para contarte
todo pero la situación es más difícil de lo que piensas.
- - Luka. Ellos… Andy...- No podía articular mis palabras. Tenía la voz
quebrada.
- - Cálmate ya niña. Él esta perfectamente, yo fui quien los mando a
recoger- lo mire intrigada- me vas a disculpar otra vez pero seria muy
problemático si él hubiese venido contigo. Era mejor así.
- - Pero no entiendo, si tú los mandaste por qué lo estaban golpeando.
- - Seguro no quería cooperar.- Respondió tranquilo.
- - ¡¡¿Qué?!! Cómo pues decir eso es tu hermano. Estas mal de la cabeza o
qué.
- - Si, es mi hermano. Pero más allá
de eso es uno más de mis subordinados. En este negocio no puedo permitir que desobedezca
las reglas a su antojo. Él te habló de eso no es cierto- asentí- bueno me
ahorró una parte. Sam – me miró con melancolía- tanto mi hermano como yo te
adoramos y en serio no queríamos verte metida en todo esto pero al final creo
que es tu destino. Y pensar que hicimos todo para evitarlo. Permíteme preguntarte
una cosa. ¿Has hablado con tus padres en estos días?
- - Tú también me vas a preguntar eso. Qué tiene que ver ellos en todo
esto. Necesito saberlo.- Le exigí.
- - A mi no me concierne contarte eso. Tendrás que esperar, pero algo si te
puedo decir.- Se acercó a mí, abrazándome con cuidado-. Lo que viene será aun
más difícil.- Se alejó y me observó fijamente-. Solo trata de no odiarnos tanto.-
Me sonrió.
- - Nunca podría odiarlos.- Acaricie su mejilla-. Pero deberán contármelo
antes de que lo averigüé.- Le advertí.
- - Creo que ya debes irte. Él te llevara directo a tu casa.- Señaló a uno
de los hombres de media edad que llevaba traje.
- - Está bien- camine hacia la puerta- nos vemos después.- Le dije
volteándome justo antes de atravesar el umbral, con una gran y falsa sonrisa en
mi rostro.
- - Adiós Sam.- Dijo despacio. Esas palabras me golpearon, tenia la
sensación de que todo iba a cambiar a partir de ahora.
Después
de un rato estaba en la puerta de mi casa. Con la mirada recorría todo el
lugar. Tenía la esperanza de que Andy apareciera de momento; yo correría hasta
donde estuviera y lo más seguro es que se quejaría por ser tan escandalosa.
Después de todo eso era lo que más deseaba en esos momentos. Pero no pasó así.
Entre a mi casa y encontré una nota de mis padres, me pedían verlos el próximo
viernes temprano. Me esperarían en una casa de campo que ocasionalmente ocupábamos
cuando yo era una niña. Deje la nota en la mesa y me dispuse a bañarme.
Con
cuidado lave mi cuerpo, evitando lastimar algunos de los raspones y no hacer
mucha presión en los moretones; del mismo modo debía desenredar mi cabello que
se encontraba mezclado con tierra y algo de sangre. El agua que caía era turbia
y después de un rato se torno clara. Salí del baño aun enrollada en una toalla
me tire en mi cama, donde me quede profundamente dormida. Amaneció antes de que
lo notara.
Un par
de días pasaron y seguía sin tener noticia de él. Tampoco se había aparecido por
el colegio. Camila y Santi preguntaron por él. No supe que responderles, cómo
iba a decirles algo si no yo misma no sabía donde carajo se había metido Andy.
Ya a la mitad de semana Camila trataba desesperadamente de cambiarme el ánimo.
-
- - Vamos cerda, ya de por si eres horrible y con esa cara de preocupación
no te está favoreciendo lo sabes.- Comentaba mientras me golpeaba el hombro. Yo
seguía observando la pantalla de mi celular.
- - Vamos Cami ya déjala. -Le decía Santi-. Sam nosotros también estamos
preocupados por Andy. Pero si no nos dicen que fue lo que paso no podemos
ayudarte.- Lo mire un momento, no podía contárselo-. No lo vas a hacer verdad.-
Suspiró-. Está bien.
Otro día
más pasó. La mañana siguiente ya habían finalizado las clases y los tres íbamos
saliendo del salón. Santi recibió una llamada. Apenas contentó su voz cambio,
al igual que su rostro. Se alejó un poco de nosotras.
- - Qué esta ocurriendo.- Lo escuche comentar, después de eso hubo un
largo silencio-. No se si pueda hacer eso.- Respondió-. Ni hablar de eso, no
tienes ni que decirlo para eso estamos.- Dijo seguro-. Está bien se lo diré.
Pero…- calló otro momento- no la lastimes mucho.- Finalizó y después colgó.
Se acercó
a nosotros. Su rostro era un mar de confusión
-
- Sam- me habló- me acaba de llamar Andy.
- - Por qué no me lo pasaste.
- - Porque…- calló nuevamente y sacudió la cabeza- es mejor que hables con
él te esta esperando en el mirador que esta a dos cuadras de aquí sabes cuál
ese.- Asentí.
- - Está bien.- Dije dudosa. Volteé a ver a Camila y luego a Santi, si
esto era lo que quería porque dudaba ahora. Camila miro a Santi, y luego me
miraron a mí nuevamente.
- - Pase lo que pase estaremos aquí para ti.- Comentaba ella que había
puesto su mano sobre mi hombro al igual que Santi que me regalaba un tierna
sonrisa.
- - Es cierto, tengo que ir.- Dije decidida.
- - Anda cerda, lárgate ya.- Me animó ella.
Salí
corriendo de allí, en menos de dos minutos ya me encontraba en el lugar que
había cuadrado. Mi corazón latía a mil por hora. Parado de espalda a mí se
encontraba él. Mirando a lo lejos apoyado en el separador de protección. Me
acerque lentamente hasta ubicarme a su lado. Seguía viendo al horizonte.
Después de un momento volteó a verme;
rozó sus dedos por mis cabellos.
- No hay heridas graves después
de todo.- Sonrió.
- Soy mas fuerte de lo que parezco.- Recorrí su cuerpo con mi mirada
todavía se veían algunos moretones y su muñeca estaba vendada. Notó que lo
había descubierto y la escondió detrás de espalda.
- Cómo están todos; espero que no
sigas peleando con Camila. Las dos son muy escandalosas cuando...
- Para ya- lo interrumpí- a qué se debe esto, déjate de rodeos y dímelo
de una vez.- Lo mire furiosa y decidida.
- Si lo se, ya no eres una niña, solo que no puedo dejar de protegerte.-
Suspiró-. Veras Sam iré directo al grano. Mi hermano y yo viajaremos a Israel
donde hay un gran mercado que esta básicamente sin dueño con el objetivo de
aumentar nuestro poderío.
- Está bien, cuándo regresan.- Mantuvo fija su mirada- No... no es
posible.
- Trata de calmarte. Las cosas están así; yo me iré con él hasta donde me
diga y hasta donde quiera, si es necesario hasta el fin del mundo.
- Por qué, por qué tienes que hacer esto.
- Porque… este es el mundo en el que vivo.- Me sujetó por los hombros-.
Sam me iré, tengo que ir y no te volveré a ver. Nunca.
- No.- Comencé a llorar-. Tú no te puedes ir.- Me acerque, apretándome
contra su pecho-. Yo no quiero que te vallas, acaso no entiendes como me
siento.- Me aleje para mirarlo a los ojos-. Te amo Andy, por favor no te
vallas.
- Samantha.- posó su mano en mi mejilla-. Por favor no me hagas esto-
dijo tristemente- me voy a ir digas lo que digas.
- Si te vas nunca te perdonare así regreses.- Dije amargamente.
- Eso no importa, si es el precio que tengo que pagar lo haré.- Sujetó
mi muñeca y me atrajo hacia él, abrazándome con fuerza. Trate de zafarme pero
no lo conseguí-. Esto es lo mejor para ti al final.
- Andy.- Las cosas estaban claras, él se ira sin importar que-. Por lo
menos dímelo. Dime que también me quieres.- Casi le rogué. Este me separó de su
cuerpo. Nos quedamos mirando unos segundos. Rozó sus manos por mis hombros, descendiendo
por mis brazos para después sujetar mis manos. Las suyas estaban tan cálidas.
- Adiós Sam.- Fue lo que dijo al final. Alejándose lentamente.
Quede
allí de pie. Otra vez esas palabra, y la misma sensación. Ya conocía este
sentimiento es el mismo que sentía antes de conocerlo, era el mismo cuando veía
que mis padres no hacían otra cosa más que entrar y salir de mi casa sin darse
cuenta de mi, el mismo que sentía cuando lo niños de mi calle no me dirigían
siquiera la palabra, el mismo que sentía cuando veía una familia feliz. Este
sentimiento no era otro que la soledad. Ahora Camila tenía a Santi, Luka había alejado
a Andy de mí; los dos se habían ido, ahora si estaba completamente sola. Cómo
había llegado a este punto.
Caí en
el piso donde llore casi hasta al anochecer.

No hay comentarios:
Publicar un comentario