Capitulo final.
París.
Estaba
en una suite estúpidamente grande y derrochadoramente lujosa. En uno de esos
hoteles que posean vista paranoica a la Torre Eiffel. La cual brillaba como
nunca, era una noche de luna creciente con un hermoso cielo estrellado. La maid
había traído un vestido rojo ceñido al cuerpo muy llamativo que había pedido ese hombre que
me pusiera. Me sentía bastante incomoda con él, no me daba la libertad de
moverme como yo quería; era demasiado elegante para mi gusto.
Observaba por la ventana la fría noche, los
coches pasaban rápido. Hacia cinco minuto me habían informado que mi esposo venia subiendo. Cómo puede demorarse tanto, Pensé. Por mucho tiempo me intrigó cómo seria el físico de ese hombre, cómo
seria su temperamento, su personalidad, sus hábitos, sus pasatiempos, todo. Pero
no tenia caso. Al final, aunque no me
gustara nada del él, igual tendría que estar a su lado.
Mi
teléfono sonó.
-
- Sí.- Conteste.
- - Sam.
- - Andy.- Reconocí su voz inmediatamente, después de ese segundo me sentí
estúpida por haberme alegrado tanto. Acaso todavía guardaba la esperanza de que
él me salvara de todo esto.
- - Ya estás en París, verdad.
- - Estás muy bien informado, por lo que veo.- Comente sarcástica.
- - Será que puedes dejar esa actitud para después; hay algo que quiero
comentarte.
- - Dime entonces…
- - Tus padres están muertos.
- - ¿Qué?
- - O por lo menos eso es lo que nos quieren hacer creer, la verdad no
sabemos muy bien; digamos mejor que están desaparecido.
- - Explícame.
- - Veras Sam…- esperó un momento- te contare toda la verdad.
- - Por favor.
- - Mi hermano nunca tuvo la intención de seguir los planes que tus padres
tenían en mente. Ellos eran unas personas demasiado ambiciosas y peligrosas.
Peligrosas para ti. Nosotros te adoramos demasiado y lo último que queríamos
era verte sufrir. Apenas Luka se entero que planeaban tenerte como garantía en
su juego decidió que lograría que ellos
accedieran cederte a él. Al final lo logró ya estabas bajo nuestro cuidado y de
allí en adelante no permitiríamos que nadie te hiciera daño.
- - Salvo ustedes.- Interrumpí.
- - No tienes idea como nos duele
cada lágrima que te hemos hecho derramar…- calló un momento- aun así en este
mundo el poder es muy inestable y tus padres seguían representando una gran
amenaza; mi hermano estaba convencido que tarde o temprano ellos se rebelarían
contra la organización y buscaría aun más poder. Infiltró a varios de sus mejores hombres. Pero en ese momento estalló la guerra y lo más importante era
mantenerte a salvo. Han sido años muy
difíciles y nos ha tocado ceder mucho pero también hemos ganado demasiado. Con
tus padres desaparecidos, su organización se disolvió; sumándole el nuevo
liderazgo del bando central. El equilibrio de nuestro pequeño mundo ha
regresado.
- - Y ya que todas las cosas están bien, hay que pagarle el sacrificio a
los dioses. No es así.- No podía negar que me causa pena mis padres, después
de todos eran las personas que me habían traído a este mundo. Tenía afecto por
ellos. Pero las cosas no iban a cambiar y no podía creer en la nobleza de ese
par de hermanos tan fácilmente. Si tanto me quieren por qué van a permitir que
mi vida se destruya.
- - En serio lo siento. Sam, siento él no haberte contado la verdad desde
un principio. Creo que si hubiese aclarado el malentendido que teníamos cuando éramos
niños las cosas hubiesen sido diferentes.
- - Ya olvida eso.- Dije triste.
- - Recuerdas que me has preguntado más de una vez, ¿Por qué sigo
ciegamente todo lo que dice Luka? Pues bien es por ti.
- - Qué quieres decir.
- - Todo lo que hago es por ti, Sam. Te amo, siempre lo he hecho y no me
importa dar todo lo que tengo por tu bienestar. No sabes como se me destrozó el
alma aquella vez que me pediste que te dijera que también te quería antes de
irme. Pero no podía, porque si lo hubiese hecho estaba seguro que nunca me separaría
de tu lado y eso afectaría todo. Te quiero Sam, te quiero demasiado.
- - Andy…- mi voz se quebraba- eso ya no tiene sentido.
- - Claro que lo tiene. El gran favor que le pedí a él, es que al final pudiera estar contigo. Por eso pase
muchas pruebas y sacrifique tantos momentos a tu lado. Él me prometió que al
final estaría contigo.
- - Eso es absurdo…
- - Señorita. Su esposo ha llegado.- Nos interrumpió la maid mientras abría
la puerta.
- - Andy tu hermano es un mentiroso. Al final no te cumplió esa promesa.-
Dije resignada.
- - Qué dices Sam, yo soy un hombre de palabra.- Comenta Luka que
estaba ubicado en la entrada de la
habitación-. Saluda a tu nuevo esposo- dio un paso a la izquierda. Deje caer
el teléfono de golpe.
Me
encontraba allí parada, como si el mundo no siguiera andando. Solo observaba a
esa figura masculina que tenía delante de mí. Lo recorría con la mirada una y
otra vez. No lo podía creer… él seria mi esposo.
- - Qué no piensas decir nada.- Dijo de golpe Luka-. Cuñadita.
- - Ya no la molestes hermano.- Interrumpió él. Acercándose a mí-. No voy
a permitir que molestes más a mi- sujeto mi cintura y me atrajo hacia él- a mi
esposa.
Me
ubicó frente a él. Nos miramos un largo tiempo. Trataba de buscar las palabras
en mi cabeza.
-Andy.-
Fue lo único que pude decir al final, con la voz entrecortada.
-Sam,
soy yo. Te lo dije al final estaríamos juntos. -Acarició lentamente mi mejilla-.
A menos que no quieras…
- Cómo
no voy a querer estúpido.- Le dije con lágrimas en mi ojos.
- Esa
es la chica que amo.
Me sujetó más fuerte, levantándome del
suelo para luego acercarse aun más y plantar en mis labios un tierno beso. El
calor de su respiración chocaba contra mi rostro. Profundizamos aun más el
beso. Ese era el momento que había estado esperando por mucho tiempo. Por fin podía
tener a la persona que amaba en mis brazos. No cabía de felicidad. Entrelace mis manos en su nuca. Aferrándome más y más a él.
- - Chicos pueden demostrar su amor en otro momento.- Nos interrumpió
Luka.
- - Tu cállate- le grite- aunque te quiero estoy que te mato. Cómo puedes
ser tan manipulador.
- - Qué te puedo decir; es un don.- Dijo con un guiño.
- - Ahhh… te voy a matar...- Traté de correr hacia él pero Andy me detuvo
entre sus brazos.
- - Sam no me cansare de decirlo eres muy escandalosa.
Los
tres echamos a reír. Reíamos de felicidad pura. Al final allí estaba yo. Junto
con los dos hombres que más quería en la vida. Riendo sin ninguna preocupación.
Como si estos últimos años no hubiesen pasado. Como si todavía fuéramos los
mismos niños de siempre.
******
- - Te amo.- decía él después de dar un beso en mi hombros.
- - Sabes que espere mucho para escuchar eso.- Le decía mientras acariciaba
su cabello.
- - No más de lo que yo espere.- Se acercó-. Vaya que eres lenta.
- - ¿Ahhh si? eso no va a pasar más.- Le sujete el cuello de la camisa y
lo bese de momento. Nunca había sido tan feliz, aquel sentimiento de soledad
había desaparecido. Sabía que lo podía tener por siempre. Siempre. Siempre.

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