Capitulo 6.
Campamento.
Nota del autor: A partir de este punto la historia se torna más... como decirlo... fantasiosa (?) Tal vez deba considerar el poner la etiqueta de fantasía X'D desde este punto empieza el clímax de la historia y se que en algunas ocasiones pueden rozar lo random, pero por favor omitan lo peculiar de mi imaginación y brindenle una oportunidad a la historia.
Por cierto por fin termine de editar la historia; por lo que subiré todos los capítulos esta misma noche. Creo.
Mayben~
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Me levante temprano esa mañana, había guardado
todo lo necesario para un viaje de campo desde una linterna hasta repelente de
osos. Creo que estoy exagerando un poco, no hay osos en la región donde vivo.
Pero mejor prevenir. Iba vestida con unos jeans oscuros, una camiseta de cuadros
y un par tenis cafés.
El
grupo se reunió en la entrada de la escuela a las 8 am.
Todos
llevan sus respectivos equipajes muy ligeros, era solo un día lo que iba a
estar fuera y se supone que solo iba a recoger renacuajos, mirar arboles y
cosas así.
- -Hola Sam, cómo estas.- Me saludaba Santi que llevaba su equipaje en
hombro e iba vestido parecido a mí.
- -Hola Santi, la verdad fatal odio estoy viajes de campo.
- - Pero será muy divertido.- Comentaba Andy que llegaba también con un
atuendo adecuado para la ocasión, una camiseta bajo de una camisa en tonos
azules.
- - Si cerda, será muy divertido.- Allí llegaba Camila, como no es de extrañar
no encajaba para la ocasión.
- - Qué llevas puesto, no vamos para un desfile de modas.- Llevaba un
pantalón ajustado hasta más debajo de las rodilla, botas de cuero de tacón, y
que tacón casi 23 centímetros; una blusa
delicada de colgantes con un lazo en la parte delantera, un sombrero al estilo
de safari africano, maquillaje en tonos
verdes para los ojos y labios labial rosa.
- -Estas celosa de que me veo mejor que tú.
- - Si asistieras a una fiesta temática, encajarías perfecta.- Comenta Santi-. Pero…
- - Es una excursión a campo
abierto, vas a estar incomoda todo el día- finalizaba Andy- ya te lo dije pero
eres tan terca.
- - Pensando bien- empecé a reír- este será un viaje divertido, ojala y te
partas un tacón estúpida.
Todos abordamos el bus. Después de 30 minutos
de viaje llevamos al claro rodeado de bosques donde nos iba a instalar.
Desocupamos las cosas, armamos algunas tiendas y empezamos la parte académica.
Primero el reconocimiento de algunos plantas medicinales, algunas comestible y
otras venenosas.
- - Tengan cuidado con la cantidad de vegetación que pueden producir
intoxicación.- Decía el profesor.
- - Estúpida qué haces- le decía a Camila- esa es una hierba venenosa.
- - ¡¡¿ Qué?!! No. Agua, agua, agua, agua.- Gritaba Camila alterada mientras
miraba para todos lados, era tan divertido.
- - Quieres calmarte.- Exigió Santiago que estaba tranquilo observando
algunas hojas-. Sam solo esta jugando contigo, esa planta es inofensiva.
- - ¡¿Qué?!- ella quedó atónita-. Esta me la cobraré cerda.- Yo estaba
muerta de la risa al punto de revolcarme en el piso, que fácil era engañarla.
Después nos pusimos a recoger espécimen-
sapos en miniaturas, detestaba esta parte-. Al final, observar procesos de fotosíntesis
y otras cosas más. Había llegado la hora del almuerzo. Santiago, Andy, Camila y
yo nos encontrábamos sentados en un extremo del campamento. Discutíamos de
tonterías, los chicos se reían de Camila por los múltiples show que había
formado, ella se molestaba y recordaba mi cara cuando recogimos los especímenes,
lo chicos reían de mí, yo me molestaba. Así pasamos un buen rato.
- - Deberíamos ir a dar un paseo por la zona.- Sugirió Andy.
- - Paso, estoy muy cómoda aquí.- Conteste.
- - A qué le tienes cerda.- Me desafiaba Camila.
- - Ahora si te mato.- Me levante. Nos quedamos observando, las chispas
salían de nosotras-. No soy ninguna miedosa.- Grité.
- - Que escandalosa eres Sam.- Decían Santi y Andy al mismo tiempo. Los
fulmine con la mirada.
- - Bueno entonces vamos.- Se levantó Santi y empezó a adentrarse en el
bosque. Nosotros lo seguimos.
Llevamos algunos momentos de caminata, el
bosque se volvía cada vez más espeso.
-Chicos y ahora por dónde regresamos.- Todos
se miraron entre si y me devolvieron la mirada-. ¡Carajo; No me digan que nos
perdimos!- Se volvieron a mirar ahora con pánico en los ojos.
- No, claro que no estamos perdido; simplemente
algo desorientados.- Santi trataba de sonar convincente-. Aquí traigo una brújula.- Todos lo
observamos-. Listo es por acá.- Empezó a caminar con nosotros más atrás-. Escucharon
eso…
- No. No he escuchado nada.- Decía Camila algo nerviosa-. No
traten de asustarme.
- No, yo si escuche algo.- comentó Andy-. Es
como un gruñido…. Acaso será un oso.
-Qué te pasa, no hay osos en esta zona.
- Decía Santi; mientras seguimos
caminado-. Ahí esta, lo volvieron a oír.- Esta vez sí puede oírlo.
-Claro que sí, es un oso de eso estoy segura.- Empecé a
buscar entre mis cosas y saque el repelente que llevaba conmigo-. Esto nos
servirá.
- De dónde sacaste un repelente de osos,
cerda. Quién trae eso a una excursión.- Ella estaba aferrada en el brazo de
Andy-. Estás loca.
- Con esto lo podemos espantar.- Sentíamos
que los pasos se acercaban, algunos arbusto se movieron y de la nada salió un
gran oso gris. Qué carajo hace un oso en un lugar como este-. ¡¡¡¡
CORRAAAAAN!!!!- Grite, sin pensarlo todos me hicieron caso, en ese momento
olvidamos el repelente, la brújula, la dirección; solo corríamos por salvar nuestras
vida.
Sin darnos cuentas nos dirigimos a un acantilado,
Andy, que iba delante, tropezó y todos caímos.
-Auchh.- Me quejaba-. Esa caída dolió.- Mire
hacia arriba, la altura no había sido mucha, algunos 3 metros pero sí que había dolido.
- ¿Sam,estás bien?- Me preguntaba Santi, a
algunos centímetros me de mi-. Auchh, sí que dolió.- Se sobaja la cabeza.
-¡¡Ah!!- Escuchamos un grito entre un arbusto
detrás de nosotros.
-¡Camila!- dijimos al mismo tiempo y corrimos
hacia allí.
- Mi pierna.- Ella se encontraba tirada cerca
de unas piedras, se había golpeado el tobillo con una de ellas.
- ¿Estás bien?- Santi se acercó a ella y
trató de levantarla-. Será mejor que te quites esto.- Empezó a desabrocharle
las botas-. Cómo se te ocurre traer estas cosas al campo, de cosa pudiste
correr.- Ella hizo una mueca de dolor cuando él la levantó y apoyó en su
hombro.
- No me regañes no soy una niña.- Decía
apoyada en el cuerpo de Santi-. Dónde esta mi novio…no me digan que… no…no…no
¡¡Andy!!- gritó.
- Deja de gritar.- Decía Andy que caminaba
hacia nosotros quitándose algunas hojas del cabello-. Estar tanto tiempo con
Sam te esta afectando.- Lo mire con odio-. Bueno, no veo daños mayores están
todos bien.- Asentimos con la cabeza.
- Camila parece haberse doblado el tobillo,
pero nada grave.- Santi todavía la sostenía.
- Veo.- Respondió-. Entonces cómo vamos a
salir de aquí.
Todos observamos el lugar en donde estábamos,
era como un gran hueco en medio del bosque. El lugar estaba rodeado de paredes
de piedras no muy altas pero si demasiado inclinada para subirlas.
- - No creo que podamos escalar- comente- se que es estúpido preguntar
esto. Pero alguien trae su celular consigo.- Todos rebuscaron entre sus
bolsillo. Santi y Andy negaron con la cabeza. Camila asintió sacándolo de un
bolsillo-. No me extraña.- Me encogí de hombros y pedí que me lo entregara.
Estaba algo golpeado por la caída y casi no tenia carga, pero debía funcionar.
Solo había un problema en lugar donde nos encontrábamos impedía la entrada de
señal.
Observe mí alrededor en busca del árbol más
alto posible. Lo encontré, mediría
algunos 5 metros. Definitivamente nos serviría.
-Dime que tienes crédito.- Pregunte.
-Claro que si cerda, pero qué planeas hacer.
- Subir a ese árbol- señale mi objetivo- y
hacer una llamada.
-¡¡¿Qué?!! Ni se te ocurra hacer eso, es muy
alto y si caes de allí.- Decía alterado Santi.
-Santi tiene razón cerda es muy peligrosa,
además mírate es obvio que tienes heridas en el cuerpo no estas bien del todo.
- Es verdad, estoy de acuerdo con la niña
esta.- Comentaba mi amigo- Andy di algo.
- Qué quieres que diga.- Él se había sentado
en el piso-. Primero es imposible hacerla cambiar de idea -eso era verdad- y
segundo si yo no estuviera seguro que ella lo puede conseguir ya la hubiese
amarrado en algún lugar para que ni siquiera lo intentara.- Andy me observó
firmemente-. Sam creo en ti, puedes hacerlo.- Asentí con la cabeza.
Con el apoyo de mi amigo de infancia. Empecé
a trepar por el árbol. A media que subía iba pensando en lo mucho que había
madurado Andy, aunque yo estaba un poco acostumbrada a trepar por los arboles.
En el pasado nunca me hubiese dejado hacerlo en una situación como esta. Será que ya no soy tan importante para él.- Pensé por un momento. Me distraje y resbale
un poco. Logre aferrarme de nuevo al tronco. Como era un árbol totalmente liso
hasta la copa donde había algunas ramas, debía estar totalmente concentrada en
mi objetivo.- Sam concéntrate en lo que haces.- Me gritó Andy desde abajo. Tenía
razón, me volví a concentrar. Finalmente llegue a la copa. Me sujete de una
rama que parecía lo suficientemente fuerte y me senté en ella. Revise el
celular. Perfecto, tenía la señal necesaria para realizar una llamada. En ese
momento agradecí haberme aprendido su número de memoria.
- Alo.- contestaron.
- No tengo mucho tiempo que para
explicarte. Estamos en un viaje de la escuela y bueno nos perdimos, caímos una
especie de trampa natural. Tenemos una compañera herida y no podemos salir.
Estoy en la punta del árbol más alto que
encontré ya que abajo no entra señal…. Y para resumir necesitamos ayuda.
- Ok. Esta bien, entendí-
trataba de calmarme- dices que no entra señal, esta bien deja el celular en la
punta del árbol y esperen cerca de él. Buscare ayuda. No te preocupes Sam.
- Está bien…No te tardes.- Colgué.
Como puede aseguré el celular a la rama con
una tira que había arrancado de mi camisa. Empecé a descender el camino de
vuelta. Tenía mucho cuidado, según mi experiencia la bajada era más peligrosa
que la subida. Trataba de no mirar abajo para no sucumbir a mi miedo. A poca
distancia del piso. Resbale y caí.
- Te tengo.- Me decía Andy que me sujetaba entre brazos.
- Siempre puedo contar contigo.- Le dedicaba una sonrisa.
- Pudiste hacer la llamada.- Preguntaba Santi que igualmente tenía a Camila entre brazos pero ellos estaban sentados en el piso.
- Sí, así es, tuve que dejar el celular en la punta para que nos
pudieran localizar.- Andy todavía me sostenía entre sus brazos.
- Me debes un celular cerda.- Comentaba Camila tranquila, apoyada contra
el pecho de Santi.
- Tal vez no te lo pague.- Realmente
pensé que iba a formar una show. Pero no fue así. Andy se sentó y me ubicó a su
lado.
Todos esperamos sentados en el piso. Los
minutos pasaban muy lentos. Nadie decía nada.
Habrían pasado algunos diez minutos cuando Andy rompió el hielo.
- A quién llamaste.- Me preguntó.
- A la única persona que conozco,
capaz de controlar el mundo a su conveniencia.
- No me digas que a…- No terminó la frase.
- Escuchan eso.- Camila nos interrumpió-. Es como el ruido de los heli…
En ese momento un sonido fuerte nos molestó,
una gran ráfaga movía la copa de los arboles, cuerdas cayeron delante de
nosotros por las cuales descendieron personas del equipo de rescate.
- Están todos bien.- Nos preguntaban algunos hombre. Yo me levante del
suelo.
- Ella esta herida.- Señale a Camila-. Se dobló el tobillo o eso creemos.
- Está bien la subiremos primero.- Una camilla cayó del cielo. Después
de unos minutos la ubicaron en ella y la subieron. El primer helicóptero partió con Camila en él.
- Ahora ustedes.- Nos colocaron equipo especial, agarraron de las cuerdas
y subieron.
Andy, Santi y yo nos encontraba mirándonos las
caras dentro del helicóptero. Andy parecía tranquilo y Santi inquieto.
-Qué ocurre.- Le pregunte.
-Sam, dime a quién llamaste.- Preguntó
-Al diablo.- Le respondió Andy.
- A veces hay que vender tu alma.- Comente.
-¿Camila estará bien?- Preguntó Santi.
-Si claro, la llevamos al hospital más cercano,
al igual que a ustedes.- Nos indicó el piloto-. Sí que conocen a gente influyente,
niños. No me gusta admitirlo pero si no fuera así su búsqueda hubiese demorado
tal vez un par de días. Digo, estaban en una falla geográfica que no aparece en
los mapas.
- - Si, que suerte tenemos.- Dije pensativa. Había algo que me preocupaba
pero seria mejor que lo comentara después.
Llegamos al hospital. Todos fuimos atendidos
con heridas menores. Un par de vendas, varias pastillas y unos días de
descanso. Esperaba en la sala de urgencia. Habían traído nuestras cosas desde
el campamento. Mi celular sonó.
-Hola.-Conteste.
-Sam, que bien que
estés sana y salva.- Me decía Luka.
- No es que no te
lo agradezca pero no crees que los helicópteros es muy exagerado.
-jajajajaja, para nada; era una favor que me debían, pero siento mucho el no poder haber ido personalmente. Estoy bastante ocupado en algo.-
Sonaba algo triste.
- No te preocupes,
de verdad gracias. Sabía que podía contar contigo. - Respondí alegre.
- Claro que sí, ya
te dije es bueno tener al diablo de hermano. Por cierto cómo esta el mio, no me
digas que el muy cobarde de Andy no pudo protegerte.
- Fue un accidente… Andy esta bien.- Lo dije melancólica.
-Qué ocurre-
guarde silencio…- ya veo, ya te diste cuenta.
- ¿Qué cosa?- No
estaba muy segura a que se refería.
- No es nada, es
mejor que hables con él.
-Está bien, de
nuevo gracias por todo.
-Para lo que
necesites.- Colgó.
Pasaron varios minutos. Una enfermera se
acercó a nosotros.
-Ya avisamos a sus padres, cuando lleguen pueden irse a su
casa. Su amiga esta bien. Simplemente necesito una inmovilización y algunas medicinas, en
un tiempo estarán como nueva.
-Podemos verla.- Preguntó Santi.
-Claro, síganme.- La enfermera empezó a
caminar y nosotros le seguimos.
- Andy, espera.- Le sujete por el brazo, la enfermera
y Santi siguieron caminando sin notarlo
.
- Qué ocurre Sam.- Me miraba extrañado.
- Quiero…- guarde silencio, respire profundo-
quiero hablar de algo contigo.

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