Pareja principal: WanSik (Siwan & HyungSik – ZE:A)
Descripción: HyungSik considera que la vida no puedo ofrecerle más. Esta asqueado de su estilo de vida acomodado, de las fiestas, las mujeres, los falsos amigos, de todo. El aburrimiento empieza a invadirlo al punto de volver blanco y negro su mundo. Un día navegando por la web, y por puro capricho del momento, entra a la red DarkWolf. El curso de la situaciones lo llevará a toparse con SiWangJa, otro usuario recurrente de la red. HyungSik cree haber encontrado por fin alguien interesante y diferente pero...
Nota del autor: La idea de este fanfic no es mía, aun cuando la redacción sí. Como les comente estuve involucrada en un proyecto de intercambio de fanfic y una de las actividades fue la de crear un escrito para otra persona partiendo de la idea que te presentaran. En un sorteo me toco escribir este fanfic para BAMI- Si por cosas de la vida esta leyendo esto, gracias por la experiencia de poder escribirte esto. La pareja y grupo me eran totalmente desconocido. Presento un reto, tuve que estudiar a los personajes y al grupo en si. Vi algunos programas de variedades y termine shippeando a esta couple <3 Espero disfruten la lectura.
*******************************************************************************************************************************
Había maldecido la vida en innumerables ocasiones pero esta vez se sentía como la única en la que tenía el suficiente derecho de maldecir desde mi existencia hasta la de todos los demás. Nunca debí aceptar esa descabellada idea. Pero quería complacerlo, quería hacer lo que él deseaba, tal vez así sería mío. Fui tan egoísta y me merezco el castigo de ello. Ahora entre lágrimas amargas, alcohol y drogas se me escapa una irónica sonrisa, aquel sitio trajo a mí la tragedia aunque por un instante me acerco a la felicidad. Cuántos más usuarios del DarkWolf habrán experimentado esto.
“Crees que eres el único, vuelve a pensarlo. Entra a DarkWolf y sorprende”- leía sin interés un anuncio de un sitio web mientras navegaba por ocio entre algunas páginas. Me pareció un poco extraño, hasta llegue a pensar que se referencia a lo que pasaba en mi vida pero deseche la idea mientras cerraba la laptop. Terminaba de abrocharme la camisa. Pase rápidamente por el espejo, hoy seguro alguna chica comentaría lo atractivo que era y que mi alta estatura me favorecía. Comentarios comunes, en estas tan habituales salidas. Encendí mi auto camino a la inauguración de una lujosa discoteca a las afueras de la cuidad.
El lugar estaba inundado de esa densa niebla que incitaba al pecado, procedente de una mezcla de drogas que lograban aflorar las personalidades más peculiares. Sentado en la zona VIP rodeados de tanto supuestos amigos con los que reía desbordadamente de las cosas más irreales, pero los cuales sabia nunca vería si algún día estaba en el hospital agonizando. Observaba a las chicas bailar sensuales. De esto se traba la noche; luces, lentejuelas, provocaciones con la mirada, extraños néctar que te llevaban al éxtasis, sonrisas falsa y sobre todo personas falsas. Noche tras noche mi vida solo se trataba de esto. Pero ese chico simpático que era cuando la noche caía moría al salir el sol. De todos modos, esto era un escape o más bien una diversión.
Mientras las horas avanzaba mis compañeros ya habían consumido las dosis suficientes para no ser conscientes de las estupideces que decían. Aunque si estuvieran consientes tampoco fuera mucha la diferencia.
Esa noche como muchas otras, había probado un poco de todo. A ese grado mis sentidos estaban sobre excitados hasta el mínimo roce era percibido como una sensación devastadora. De esas que te mueven el mundo y te inundan de deseos por satisfacer. Por esto, me dirigía hacia la habitación de una completa desconocida. Era atractiva, de cabello largo. Nos besamos sin control una y otra vez, acariciaba su cuerpo por sobre su ropa. Ella comenzó a desabrochar mi camisa mientras yo me deshacía de su vestido. De repente me arrojo sobre la cama y se abalanzó sobre mí. Su piel era tersa y muy suave. Me levante para besar su cuello mientras la terminaba de desnudar.
-Qué estaba haciendo.- ese pensamiento que tantas veces irrumpía en mi cabeza regreso. Confuso la aparte de mi lado, ella me devolvió una mira desconcertada mientras intentaba regresarme a la cama. Era inútil, aquellas dudas se habían apoderado de mí ¿Por qué para encontrarme conmigo mismo, debo de hacerlo al mirar a una mujer completamente desnuda y ver que no me inspira algún deseo? Trataba de obligarme a desear a esta chica y a muchas otras antes que ella, no lo lograba. Al final siempre me detenía la cruda realidad; este no soy yo. Este chico sonriente y chistoso que hace a los demás divertirse, que sonríe por reflejo, que es sociable y accesible para cualquiera que en una noche de discoteca quiera hablarle, este fabricado personaje no soy yo.
Molesto tire la puerta de mi habitación. No me importaba la hora, si mis padres dormían que despertaran y se molestaran. Si yo no estaba feliz porque lo debían estar ellos. De todos modos espere unos segundos para que alguno de mis progenitores cruzara por la puerta a regañarme. Lance un suspiro disgustado.- como si eso fuera a suceder-. Comente en voz alta. Caí con todo mi peso sobre la cama y acerque la laptop a mí. Necesitaba algo que me ayudara a distraer. “Crees que eres el único, vuelve a pensarlo. Entra a DarkWolf y sorprende”- el mensaje del sitio web todavía estaba allí –. Entraré. De todas maneras necesito algo para distraerme-. Era un sitio de roles donde creabas un avatar con las características que desearas e interactuabas con los demás usuarios. Podrá esto ser más interesante que la realidad; pensé. Aunque de mis noches ya me estaba cansando un poco. Así que intente este nuevo mundo. Con el Nick de DarkSik ingrese con alguna frecuencia durante una semana. El portal contaba con todos los sitios que podías encontrar en la realidad: centros comerciales, cines, discotecas, restaurantes. En cada uno de ellos siempre había usuarios que se te acercaban con los que podías conversar y si así lo deseaban podían ir a una habitación en privado donde hablarían por webcam. La única ventaja es que si la persona no te parecía interesante podrías oprimir el botón de “next” y aparecía en cualquier otro lado del juego. Eso me agradaba, no tenía que fingir por mucho tiempo que alguien agradaba. Si me aburría la situación simplemente me iba. Sin necesidad de disculpas forzadas o sacrificios autoimpuesto al tener que aguantar la conversación como lo hubiese hecho en la realidad solo por educación.
En la comunidad también había un pequeño mundillo- ¿y dónde no?- por lo que podíamos hablar libremente de drogas. Algunos eran demasiado aficionados al éxtasis, de cual últimamente me consideraba devoto también. Las personas con las que me relacionaba terminaban hablando de cualquier cosa: que hicieron durante el día, como se sentían, que planes tenían para la noche, cosas sin sentido, otros usuarios que habían conocido en el sitio. Este último tema había despertado un poco mi interés. En un par de ocasiones me topé con uno que otro avatar que me comparaba con otro usuario pero siempre decían “no es como que se parezcan solo que da esa sensación”. Por eso empecé a entrar con más frecuencia al sitio; esperaba que de casualidad me topara con esa persona. Hasta ahora no lo había conseguido. Buscaba en sus Nick y al ver que no era SiWangJa oprimía next. Después de varios días note que todas las personas allí eran iguales, todas repudiaban su vida, su familia y la sociedad pero ninguna hacia nada para cambiar. Solo le importaba sus egoístas intereses. Eran como yo.
Cerca de las 11 una noche lluviosa, acaba de ingerir una dosis considerable de tabletas. Los vellos de mi piel se encontraban erizados. Ingrese a DarkWolf esta vez sin ninguna misión, al no poder encontrar el usuario que buscaba. Había perdido el interés y hacía varios días que no entraba a las salas.
- - ¡Hey tú eres el que rechazas a todos!- me escribían desde una avatar cabello castaño, traje y corbatín.
- - ¿acaso soy famoso por aquí?- respondí sin mucho interés.
- - Disculpa, no trate de molestarte.
- - No lo hiciste solo quería saber si soy reconocido en este juego.- observe de reojo el avatar, el cabello era algo largo tal vez sea un chica. Solo esperaba que no fuera una acosadora.
- - Solo. . . solo lo eres un poco.- respondió un poco tímido a mi parecer-. Dicen que en menos de 3 minutos haz oprimido el next a cualquiera que te hable.
- - Solo si no me parecen interesante.
- - Que bueno.- estaba un poco sorprendido por esta respuesta.
- - Por qué lo dice.
- - Por lo menos algo interesante te debo parecer, ya han pasado más de 3 minutos.- una media sonrisa se asomó en mi rostro, su comentario me había causado gracia.
- - Al parecer. Quieres ir a una habitación.- era la primera vez que utilizaba esta aplicación del juego.
- - ¿Has ido a alguna antes?
- - No. Por qué la pregunta.
- - Por… por nada, mejor en otra ocasión, tengo que irme ¿Podría agregarte en mi lista de amigos?- estaba tratando de ocultarme algo. No le creí esa excusa tan improvisada.
- - Está bien.- pensé en seguirle el juego por un rato. La solicitud de amistad llego al momento. “SiWangJa desea ser tu ami…” . vaya, esto si no era de no creer. Volví a sonreír por lo irónico de la situación.
- - Entonces hablamos después.
- - Claro.
Termine de muy buen humor por lo que llame a mis “amigos” y nos reunimos en una discoteca. Esa noche termine muy borracho. No recordé que la mañana siguiente debía asistir con mis padres a un desayuno formal. Esa mañana no lograron despertarme. Cerca de las 2 pm, me había bañado y estaba entrando a la sala de chat.
- - Sueles estar conectado a estas horas- preguntaba SiwangJa.
- - Acaso estas apuntando mis horarios.- agregué una carita de un guiño.
- - Lo siento, no era la intensión.
- - No te disculpes, podrías ser más informal debemos tener la misma edad.
- - Es por la educación que me impusieron mis padres que me dirijo así. Tengo 25.
- - Entonces el educado aquí debo ser yo al ser el menor.
- - No, puedes seguir tratándome igual.
- - Entonces dejemos de formalismo entre los dos ¿Tus padres son estrictos?
- - Y los tuyo.- evadió mi pregunta.
- - Los míos son unos completo cobarde, saben perfectamente de mis andanzas. Salgo casi todas la noche, regreso casi de mañana, me drogo y me divierto tanto como puedo. Todo el mundo lo sabe, es el tema central de sus amistades. Por eso no me complace acompañarlos a ningún lado. No por escuchar lo que los demás digan, sino por ver que ellos hacen su mayor esfuerzo en negarlo. Si tanto les avergüenza deberían decir algo.- no sabía por qué de repente me había abierto tanto con una persona.
- - ¿Te diviertes mucho en tus salidas?
- - Es una forma de decirlo.
- - Ahhh ya veo. Entonces deberías intentar algo que te divierta más.
- - ¿Qué sugieres?
- - No tengo muchas ideas para eso.
La conversaciones son SiwangJa se tornaron cada vez más frecuentes. Después de unos días volví a surgí la idea de ir a una habitación. Él acepto. La habitación era solo una sala donde los dos avatares se sentaba uno frente al otro y había un link que conectaba la llamada vía webcam. Esa fue la primera vez que lo vi. Era bien parecido de cabello algo alborotado y castaño, piel blanca y ojos coquetos. Un chico que inspiraba de alguna forma ternura. Cuando escuche su voz un sentimiento extraño se alojó en mi pecho. Era una mezcla extraña me parecía alguien tímido pero también dinámico, muy inocente y al mismo tiempo daba la impresión de haber vivido mucho. Él era único sin dudar. Nuestros diálogos duraban horas. Ya casi no salía con mis falsos amigos, aunque continuaba consumiendo. Nunca le pregunte a SiwangJa si eso le molestaba; a veces me daba esa impresión pero otras parecía que no le importaba. Lo que si llegue a preguntarle es el por qué no había aceptado ir a la habitación la primera vez que nos conocimos. Él se limitó a esquivarme la mirada y decir “sabía que me estabas buscando en este juego todo se sabe. Eso de alguna forma me molesto un poco así que también te empecé a buscar. Pero nunca te encontraba”. Dijo algo molesto. Me reí sin intensión, por ello él se negó a terminar de contestar mi pregunta. Ese chico podía tener un carácter algo obstinado.
Siempre que nos conectábamos terminamos poco a poco contando de lo íntimo de nuestras vidas. Él a veces me preguntaba si me sentía conforme con esta vida. Entendí que él no se sentía así, no encontraba una razón por la cual estarlo. Sus padres le daban todo a cambio solo tenía que hacer lo que le decían no porque fue un débil solo le resultaba más sencillo así. Después de muchos años fue perdiendo su interés por todo. Ya no tenía una meta por la que luchar, ni un sueño que seguir.
- -También me siento así.- le confesé en una de nuestras charlas.
- - Sabes.- sonrió melancólico-. Si ya no encontramos nada que hacer aquí por qué no nos vamos.
- - En cualquier lugar sería lo mismo.
- - No si ya no existimos.
- - Te refieres a…
- - Temes morir.- me interrogo con rapidez-. Acaso es eso.- no le conteste, no sabía que contestar-. No deberías; no tienes nada que te ate a esta vida. No tiene caso simplemente dejarte llevar por la corriente, es lo mismo que no existir. Me prometí un día que cuando llegará el tiempo en que sintiera que mi existencia ya no aporta nada a esta corrompida sociedad me encargaría de segar mi vida y eso es algo que llevo sintiendo desde hace mucho.
Los dos guardamos silencio por unos minutos.
- - No te sentirías solo.
- - Entonces vamos juntos.- me dijo con una leve sonrisa.
- - ¿Cómo haríamos eso?
- - Hay muchas formas. Pero no quiero someterte a ningún tipo de dolor así que debemos encontrar la adecuada.
En las siguientes conversaciones los temas variaban de un lado al otro. Entendí que Siwan se había cansado de aparentar algo que no era. Hasta entendí que él no sabía ya quién era realmente. Aunque a veces pensaba que era yo el que no sabía quién era ya. De una u otra forma siempre salía a colación el suicidio. Surgieron muchas ideas de cómo hacerlo desde morir de frío descendiendo la temperatura de nuestros cuerpos a menos de 24°, inyectarnos morfina, provocarnos una sobredosis de drogas, hasta mezclar una gran variedad de medicamentos con alcohol. Al principio solo lo escuchaba hablar del tema pero a medida que notaba su convicción en ello me fue pareciendo una mala idea. Intentaba convencerlo pero resultaba imposible.
- - Sé que no soy nadie para decirte esto. No he hecho nada con mi vida, ni soy ejemplo de conducta. Pero no te gustaría seguir un poco más para tratar de encontrar lo que le dé sentido a esto. Si quieres podemos hacerlo juntos.
- - Te agradezco que trates de buscar alternativas pero te lo repito: Qué sentido tiene tener lo inevitable. Desde que nacemos ya estamos muriendo y antes de que este absurdo mundo me quite mi existencia prefiero hacerlo por mis medios. Quiero por lo menos decidir sobre eso.
- - Debes pensarlo bien.
- - Ya no hay que pensar, si tú no deseas realmente esto… Estas a tiempo de marcharte.
- - ¡Eso haré entonces!- comente molesto y me desconecte.
Bloque mi cuenta en DarkWolf y volví a mi mundo de siempre. Salí de nuevo durante una semana. Estaba rodeado de amigos, drogas, alcohol y mujeres. Que más podía pedir. Pero entonces en algún momento de la noche me encontraba sonriendo sin razón y la voz de Siwan resonaba en mi cabeza. Hasta esas tontas conversaciones sobre si las nubes miran a las personas y se ponían a darles formas y otras ocurrencias sin sentido que tanto nos divertían. Recordaba también cada vez que miraba el reloj que a su lado el tiempo me aprecia irrelevante. El tacto de las mujeres me obligaba a preguntarme como sería el de Siwan. Cómo sería estar frente a él, tocarlo, sentir su cabello, abrazarlo y que se hunda en mi pecho. Algún día quería hacer eso, sentir su respiración sobre mi piel y si está de buen humor jugarle alguna broma por ser el mayor y ser más bajo. Entonces una presión se apodero de mi pecho; tal vez nunca pueda hacer todas estas cosas que deseo. Tal vez el ya… corrí a toda prisa a mi casa, encendí la laptop y rogué por encontrarlo conectado. Un par de lágrimas descendieron sobre mis mejillas al ver si Nick conectado. Inicie la videollamada.
-To-todavía estas aquí.- dije casi sin voz.
- Solo porque espero a recibir el veneno que ordene.- me respondió distante.
- No sabes cómo me alegra verte.- comente con verdadera sinceridad.
- Pues yo no estoy feliz.- sus palabras me hirieron.
- Por qué dices eso.
- Tú no aceptas mi decisión tampoco planeas acompañarme.
-No. No digas eso, ya lo he decidido. Tenías razón para que demorar lo inevitable.- él sonrió.
En realidad lo único que me impulsaba acompañarlo era el deseo de tenerlo cerca de mí. El verle, tocarle, sentirle. Ver sus ojos, escuchar su voz. Si iba a ver alguien a su lado en sus últimos momentos ese debía ser yo. Mi voz sería lo último que escuchara, mis ojos lo último que viera y mis brazos lo sostendrían hasta el final. Si hay alguien con quien deba estar antes de partir solo quiero que sea él. Acordamos como fecha el siguiente viernes a las 3 pm, nos encontraríamos en un parque de diversiones.
Los días pasaron volando y de pronto me encontraba apoyado en una baranda a la entrada del parque esperándolo. Me distraje mirando mi celular. Cuando una voz me llamo Park HyungSik, tenía sus ojos al frente mío. Retrocedí por acto involuntario y lo vi en la punta de sus pies. Sonreí sin que lo notara, me aprecio tan tierno. Lo acuse de demorar un poco. Por lo que se disculpó muchas veces. Entramos al parque y pasamos una divertida tarde juntos. Siwan era como un niño corría de un lado al otro, yo simplemente me sentía feliz. A su lado me sentía libre. Subimos primero en la montaña rusa. La cual repetimos un par de vez. Las tazas giratorias, los carritos chocones, atracciones acuáticas y hasta la casa embrujada- que no daba nada de miedo- hicieron parte de nuestro recorrido. Ya en el crepúsculo estábamos en lo más alto de la rueda de la fortuna. La vista era hermosa.
--Mira desde aquí se ve mi casa.- quise bromear con él.
--¿En serio dónde?- Se acercó un poco sobre mí. Sentir su olor provoco que mi corazón se alterará. Su mano estaba apoyada en mi hombro, mientras yo sentía que mi rostro se ruborizaba. Volteo de improvisto y nuestros rostros quedaron frente a frente-. Tienes un rostro muy atractivo.- me sorprendí por la declaración y él lo noto. Tímido regreso a su lugar, se notaba que se había avergonzado por sus palabras.
Desde de comer unos helados nos sentamos en unas bancas cercana a la salida del parque. Había anochecido, eran cerca de las 9 pm y la temperatura comenzaba a descender mientras una suave briza movía nuestros cabellos. Los dos nos encontrábamos como perdidos mirando hacia la nada; hundidos en nuestros pensamientos. Él me miro por lo que me obligo a devolverle la mirada. No hubo necesidad de palabras, el momento había llegado. Tomamos un taxi dejando el cambio al conductor. Entramos al apartamento de Siwan. Era amplio la sala estaba decorada de una manera exquisita con muebles en cuero blanco, alfombras persas y un gran piano. En la barra de la cocina abierta se notaban el bar con botellas costosas de vino. Siwan tomo una de la reserva del 48 y dos copas. Delicadamente vertió el veneno que llevaba consigo en cantidades iguales dentro del líquido. Se acercó y me lo entrego. Nos observamos por un momento. Este era el momento no había vuelta atrás. Mire sus ojos por última vez. Empezamos a beber al mismo tiempo. Solo lograba distinguir el sabor del vino y el reflejo de Siwan en la copa.
No. No quería dejar de ver sus ojos. Yo quería tocar su piel, yo lo quería tener a él. No solo por unas horas sino para siempre. Arroje la copa contra la pared, me abalance sobre él y le quite la suya de la mano extrañándola contra el piso. Me devolvió una mirada de susto. Quería decirle algo, explicarle que no podía soportar la idea de perderle pero las palabras no salían de mi boca. No sé si me entendió ya que suavizó un poco su mirada y deslizo su mano sobre mi hombro. Entonces lo bese, sino podía hablar quería demostrarle todo lo que sentía.
Profundice más el beso jugando con su lengua. Rápidamente me deshice del molesto traje que me impedía sentir esa piel que tanto deseaba. Empecé a bajar por su cuello y su pecho. Sentía como Siwan se estremecía con mis besos, con mi lengua y mi tacto. Leves y seductores sonidos salían de su boca. Mi cuerpo empezaba a desbordar placer; bese su abdomen mientras lo sujetaba con mis manos por su cadera. HyungSik me llamaba. Lo atraje hacia mí y nos dirigimos a la habitación. Quería hacerlo mío como nunca había querido hacerlo con ninguna mujer. Me separe para contemplarlo su piel: era hermosa, su delgada figura y su pequeña cintura contrataba con el ardiente brillo de sus ojos y su cabello castaño. Lo volví a besar. Mi cuerpo temblaba, ni la más fuerte droga me haría sentido esto. Empecé a besar sus muslos descendiendo hasta llegar a su miembro. Jugué con este entre mis manos. Siwan trataba de luchar y apartarme pero no surgía mucho efecto ya que su cuerpo temblaba y su cara estaba completamente sonrojada. Incitándome a continuar. Tanteé su entrada a lo que él respondió aferrándose de mi negro cabello, llamándome entre gemido. Estremeciéndose de placer. No me cansaba de besarle, de saborearlo, de escuchar su voz ahogada. Siwan, Siwan, lo llamaba mientras entraba lentamente en él. Su interior me apretaba pero esto me fascinaba. Comencé a moverme para luego aumentar el ritmo. Estaba completamente excitado con cada beso, con cada movimiento, simplemente sonreía con cada uno de sus gemidos. Deseaba que gritara mi nombre más y más alto. Todo lo que había experimentado hasta ahora ya no existía nada existía ahora solo Siwan y yo. En un punto los dos explotamos en placer. Me acerque a besar sus labios, fue un beso tierno y tranquilo. Estábamos agotados, lo acomode sobre mi pecho. Acariciaba su cabello.
- - Hyungsik- me habla despacio- la razón por la que no acepte la invitación a la habitación la primera vez que no es encontramos en WolfDark fue por qué- callo unos segundos-. Sabía que me estabas buscando y eso me causo un poco de curiosidad pero no quería que me conocieras y te decepcionaras.
- -Cómo dices eso.
- -No tenía nada que ofrecer. Tampoco quería conocerte y decepcionarme al notar que no me entendías. Pero al final no fue así. Tú no me decepcionaste pero yo a ti si.- su voz se empezó a quebrar.
- - Nunca me has decepcionado.
- - Al final no me pude mantener firme en mi decisión y… - lo hundí más en mi pecho.
- - Si piensas que me has decepcionado entonces toma responsabilidad de ello y quédate conmigo siempre, para que recuerdes tu vergüenza.- lo sentí sonreír, trato de decirme algo pero ya estaba muy cansado y caí dormido.
Había amanecido y los rayos del sol molestaban mi vista. Me sentía un poco mareado y débil. Siwan estaba todavía a mi lado. Estaba tan feliz de verlo tan tranquilo.
-Siwan.- moví delicadamente su brazo-. Siwan.- no obtenía respuesta, pensé que tenía el sueño pesado pero después de insistir mucho me preocupe. Me acerque más a él, allí note que estaba helado y no tenía respiración-. ¡¡¡Siwan!!!- estaba desesperado-. Para de hacer esto no es gracioso, despierta.- trataba de abrir sus ojos pero estaban muy rígidos-. ¡¡¡¡Siwan!!!.- gritaba desesperado. Me levante pero caí en el acto, estaba muy débil. Al parecer el veneno había hecho efecto pero por qué Siwan no reaccionaba acaso había bebido más que yo. Lloraba y trataba frenéticamente despertarlo. Me arroje sobre su pecho y rogué que despertara. Pero entendí que eso iba a ser imposible, él había partido. Había partido antes que yo- . Claro.- susurré-. Yo me siento tan débil el veneno también está en mi, ahora solo tengo que esperar.- acaricie su rostro-. Espérame Siwan en unos momentos te alcanzo.- pero eso nunca paso.
Los días siguientes estaba sumergido en una horrible amargura. Detestaba a todos, me maldecía a mí, a mi familia, al estúpido sitio web, al mundo y a la vida. No entendía porque se me había permitido tener tanta felicidad si solo iba hacer por un instante. Cómo, a quien más amaba, se había ido de mi lado.
- Siwan.- lloraba desconsolado-. Al final no me decepcionaste t-t-t-u tu cum- no podía articular las palabras. Tome un gran sorbo de una botella de alcohol que sostenía con la mano derecha. Pero el dolor no desaparecía-. ¡Tú no me decepcionaste, cumpliste con lo que te prometiste hasta el final!- grite mientras reventaba la botella contra el piso-. Siwan.- inyecte una gran cantidad de droga en mi cuerpo. El dolor seguía sin desaparecer-. Tú eres un valiente, en cambio yo soy patético por fin encontré lo que le daba sentido a mi vida y lo dejo escapar.- me tire al piso. Ya no sabía cuantos días lleva sin comer, sin bañarme y deambulando por bares-. Ni siquiera tengo el valor para morir y estar a tu lado. Pero espérame, algún día seré capaz de alcanzarte mi amado Siwan.

No hay comentarios:
Publicar un comentario