martes, 10 de febrero de 2015

Caja de sorpresa.







Genero: smut

Pairing: JinChan (JinYoung x Googchan- B1A4)

Descripción: Estuve algún tiempo en un proyecto de intercambio de fanfic, una de las actividades era crear historias con una palabra asignada y un limite de palabras. En esa ocasión me toco la palabra "caja". ¡Inmediatamente recordé la Escena de Ciel metido en una baúl! Aunque era una baúl y no una caja la idea era la misma: Un tentador jovencito como un regalo inesperado. Espero lo disfruten. El limite de palabras eran 310, así que la continuación la deje a su imaginación.

MayBen~


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Pasaban las onces de la mañana y ninguno de los chicos me había despertado. Algo molesto salí del cuarto. Vaya sorpresa tuve al caer de improvisto al piso, culpa de una gran caja que estaba en la entrada. Sobre esta se encontraba una nota “JinYoung no abras el paquete. CNU”. Allí estaba la omma dando órdenes de nuevo. 


Estuve varios minutos observando la caja. Al final, y desobedeciendo las indicaciones, decidí abrirla. Dentro había varias capaz de seda rojo y debajo un. . . 


- Es un chico.- Grité mientras caía de espalda por la impresión. De repente el chico en la caja empezó a levantarse y estirar los brazos-. Estas vivo.- Grité nuevamente. Él no me dio crédito y siguió su estiramiento.

- Claro que estoy vivo.- respondió inocente.

- ¿Qué eres tú? 

- No soy un tú, me llamo Googchan y soy tuyo.-Sentenció de repente. Observe detenidamente al joven; tenía la piel lucida, cabello oscuro y alborotado. Iba desnudo y sus pezones eran pequeños y rosados. Casi por inercia me acerque a él.


Quería comprobar que tan suave era su piel y al notar como se estremecía con mi tacto, me deje llevar por mis instintos. – Dices que eres mío, que palabras más tentadoras. Bese su cuello lentamente y acaricié aquellos pequeños pezones. Al alzar la vista pude ver su cara sonrojada, no sabía quién era él en realidad pero en ese punto no me importaba. No podía pensar claramente, un extraño éxtasis me embriagaba. Lo besé sin pensar. Dejándome llevar. Su lengua era juguetona dentro de mi boca. – Deseo marcar cada rincón de tu cuerpo con mi esencia. Le susurré, mientras sujetaba sus caderas en mis manos, a lo que él respondió con un profundo beso. 

Al parecer esta vez la curiosidad no mato al gato y a cambio había conseguido un tierno ratoncito con quien jugar.

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